No me parezco más que a esas cosas
raras formas, cosas que sirven de afuera
como las esfinges de yeso en los templos
modificadas por la saliva de los come yeso
también cosas retraidas en una vidriera
apaleadas en una película de guerra
borradas por una inmensa goma
renegando dignidad, degenerando las formas
ignorando a los ignorantes
si te podés parecer a mi contorno físico
y hasta contando igualamos los huesos
y los pecados cometidos y las confesiones faltantes
apócrifas, innecesarias, irrelevantes
como esas cosas fabricadas en serie
que encierran la similitud y siempre son distintas
en los detalles externos
pero siempre y todas son iguales por dentro
el hombre es una cosa
las cosas son todas iguales, los homos son todos lo mismo
y yo no me parezco más que a todas esas cosas erradas.