Vomitamos rabia con nuestra opinión,
Como consecuencia de un trabajo amargo.
Lleno de horas insípidas, que malviven con estrés y hambre.
Así nos encontramos todos, andando sobre el clima frío de este
alambre.
Descalzos y despojados de memoria.
Abriendo nuestra curiosidad a la basura televisiva, mientras
arroja enfermedades mortales a nuestra mente.
Nos venden verdades absolutas, mientras somos conscientes de que
nos mienten… y manipulan.
No hay nada más absoluto que el aquí y el ahora. Que el sexo y
la sonrisa. Que la brisa, que se escapa de un paseo
despreocupado y raramente, sin prisa.
Que se ha vuelto la insolaridad trending topic en nuestra
costumbre. Luchamos a base de clicks contras las incoherencias
de nuestro tiempo.
Aportando menos esperanza, y con mucha pena, más desaliento.
Generamos espacios vacíos y ruinosos que llena los bolsillos, de
los que están arriba, sí, esos, los poderosos.
Me levanto con el espíritu cansado, y el día se torna lucha, y
la calma en noche y la ducha siempre fría.
Y mañana volveremos a los centros comerciales apartando a los
que no derrochen.
Yo digo,
Que lancemos sonrisas y algunos abrazos. Tendamos la mano para
tocarnos y no para pedir clemencia.
Dejemos de honrar a las voces que adormecen nuestra mente.
Dejemos de ser verdugo y ejecutado.
Que cante alto el espíritu colectivo, que celebre, que grite,
que se levante.
Que los domingos de sol nos acompañe una copa de vino.
Que vinimos para estar y no para quedarnos, y tarde o temprano
el mismo destino a todas las personas llega.
Os animo, compañeros y compañeras,
A que ahora y siempre, dejemos de ser sumisos y pasemos a ser
hoguera.
Diseño ilustración: María Salgado Santana. @salgada